La centrífuga es un equipo esencial en todo laboratorio. Este equipo genera movimientos de rotación, con el objetivo de separar los componentes que constituyen una solución. Este instrumento aplica una fuerza centrífuga sostenida para impeler la materia hacia afuera del centro de rotación. Los componentes básicos de una centrifuga son: rotor, motor, cámara de vacío, y el control de velocidad, tiempo y temperatura.
La centrifugación es una técnica regida por la ley de Stokes, quien propone las partículas sedimentan más fácilmente mientras mayores sean en su diámetro y peso específico, y cuando menor sea su viscosidad. La centrifugación se usa para aislar o concentrar partículas suspendidas en un líquido aprovechando la diferente velocidad de desplazamiento según su forma, tamaño o peso al ser sometidas a una fuerza centrífuga. La fuerza centrífuga es la que se ejerce sobre un cuerpo cuando éste gira alrededor de un eje.