están especialmente diseñados para la esterilización de líquidos y alimentos en laboratorios, fábricas farmacéuticas y alimentarias. Estos autoclaves hacen que el proceso sea más fácil, seguro, preciso, reproducible y más fácil de validar. El diseño compacto y ahorrador de espacio los hace ideales para laboratorios con poco pequeños, donde el espacio es muy reducido y la mayor altura de la cámara (hasta un 50% más de capacidad) significa que pueden manejar la mayoría de las botellas de medios estándar.
La esterilización se define como el proceso de destruir todas las formas de microorganismos, incluidas las esporas. El autoclave, gracias a su diseño, permite realizar el proceso esterilización con alta presión y vapor, matando a cualquier microorganismo, incluyendo virus, bacterias peligrosas, así como todas sus formas de esporas. El uso de un autoclave de vapor a presión es uno de los métodos de esterilización más conocidos y efectivos.