La orina es un líquido acuoso transparente y amarillento, de olor característico (sui géneris); secretado por los riñones y eliminado al exterior por el aparato urinario. En cuanto a las principales funciones de la orina, encontramos:
- Eliminación de sustancias tóxicas producidas por el metabolismo celular como la urea, creatinina, ácido úrico, entre otras.
- Eliminación de sustancias tóxicas como la ingesta de drogas.
- El control electrolítico, regulando la excreción de sodio y potasio principalmente.
- Regulación hídrica o de la volemia, para el control de la tensión arterial.
- Control del equilibrio ácido-base.
Un examen general de orina, también llamado análisis de orina, es una serie de exámenes efectuados sobre la orina (macroscópico, físico-químico y microscópico), constituyendo uno de los métodos más comunes de diagnóstico médico. Es considerado una biopsia líquida renal que ofrece excelente información acerca de la función renal y de los equilibrios ácido-base e hidroelectrolítico; también puede aportar datos sobre alteraciones metabólicas y de patologías renales y extra-renales.
Este examen está compuesto por varias pruebas que identifican las distintas sustancias eliminadas por el riñón; su resultado es de gran importancia en el estudio inicial de enfermedades de origen urinario o sistémico, esto hace necesario que sus datos sean lo más altamente confiables y posteriormente correctamente interpretados ya que pueden ofrecer una información tan cercana como la que entrega una biopsia renal.
Se encuentra entre las más antiguas pruebas de la medicina, reconociendo que sus propiedades físicas y químicas constituyen importantes indicadores del estado de salud
La técnica manual convencional de análisis de orina es un procedimiento que requiere tiempo y considerable labor para su realización. Como en toda técnica manual, su estandarización se ve afectada por la subjetividad del analista, tanto en la etapa físico-química como en la evaluación microscópica.
Desde hace varios años, el estudio de orina completa evolucionó hasta alcanzar, al igual que en muchas otras áreas del laboratorio, la automatización, proporcionando ésta una serie de ventajas que acrecientan la eficiencia, el desempeño y la capacidad productiva del estudio en pos de los pacientes, de los profesionales y del propio laboratorio. Por ello, entidades como el C.L.S.I. (Clinical and Laboratory Standards Institute) recomiendan utilizar un sistema estandarizado o automatizado para el examen de orina.
La automatización logra la eliminación de posibles variaciones o fuentes de error como son el volumen de orina y de sedimento a analizar, el tiempo y velocidad de centrifugado, la superficie e instrumento de conteo y la interpretación de lo observado por parte del personal.
El uso cotidiano de este sistema de trabajo brinda diversas mejoras permitiéndonos:
- Estandarizar el estudio de orina completa.
- Minimizar el número de errores o variaciones inherentes a la técnica y al analista.
- Mejorar el flujo de trabajo.
- Reducir la observación microscópica subjetiva.
- Reducir el tiempo de revisión microscópica manual y la repetición de pruebas.
- Unificar la interpretación de los resultados y criterios del informe.
- Realizar un primer testeo de marcadores de infección, combinando cinco parámetros medidos, que sugieren una baja o alta probabilidad de presentar una infección urinaria, aportando un dato adicional a la conducta médica
- Mejorar la calidad de los resultados de los pacientes y disminuir el tiempo de entrega de los mismos ayudando a la detección de las infecciones del tracto urinario.
Atentos a estas recomendaciones internacionales, en Kalstein le presentamos el analizador de orina BC400 es un instrumento de alta precisión basado en la óptica moderna, electrónica, informática y otras tecnologías avanzadas para el análisis clínica de la orina. A través de la detección de varios parámetros claves de este análisis. Por eso le invitamos a echar un vistazo AQUI