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Oxígeno disuelto: ¿Cómo medirlo con precisión?

El Oxígeno disuelto (OD) es el oxígeno gaseoso que se encuentra disuelto en una solución acuosa, también se define como la medida de la cantidad de oxígeno que se encuentra distribuido en un sistema. El oxígeno disuelto está relacionado con la calidad del agua y puede ser medido de manera precisa a través de un medidor de oxígeno.

Estos equipos utilizan diferentes escalas de medición, una de ellas es por partes por millón (ppm) y la otra por el porcentaje de saturación (%), estas medidas definen el porcentaje de oxígeno disuelto respecto a la cantidad máxima de oxígeno disuelto que puede contener un litro de cualquier líquido.

Aplicaciones en las que se utiliza la medición de oxígeno disuelto

Los medidores de oxígeno se emplean para medir y controlar el contenido en oxígeno en los diversos puntos del circuito de agua de las instalaciones de calderas de vapor, con el objetivo de evitar corrosión de metales  producida por oxígeno, debido a su poder oxidante. Entre otros sus usos, está el cuidado de los ecosistemas acuáticos y más. 

La medición de oxígeno disuelto también es esencial el campo de la farmacología, debido a que en la fermentación y en el cultivo celular para garantizar las condiciones óptimas para la célula, ya que niveles bajos de la concentración de oxígeno pueden afectar la tasa de crecimiento, la absorción de nutrientes, la morfología celular y las síntesis de metabolismo; eso es equivalente a una disminución en la calidad del producto final. 

¿Cómo funciona un medidor de oxigeno disuelto?

Un medidor de oxigeno funciona a través de sondas integradas, quienes tienen la capacidad de medir los niveles de oxígeno. Estas sondas funcionan en conjunto con fluorescencia óptica, sensores galvánicos o polarográficos, brindando así una medición segura y de una manera eficiente. 

Los  medidores actuales emplean generalmente dos tipos de sensores de oxígeno disuelto: electroquímico y óptico. Los sensores ópticos funcionan bajo el principio de la extinción de la fluorescencia. Un luminóforo que forma parte de la membrana, es excitado con la luz de un LED azul, emitiendo a su vez una luz roja. El oxígeno disuelto en la muestra apaga la excitación. En los casos en los que no está la presencia de oxígeno, la vida útil y la señal son las mejores. Estos equipos por lo general poseen un sensor de temperatura integrado en el medidor de oxígeno, lo que le permite realizar una compensación automática de la temperatura.

La intensidad y el tiempo de vida de la luminiscencia son inversamente proporcionales a la cantidad de oxígeno presente. La duración y la intensidad de la luminiscencia se miden con un fotodetector y se utiliza para calcular la concentración de oxígeno disuelto.

Los sensores electroquímicos, una membrana delgada y permeable aísla los elementos del sensor de agua. El oxígeno que pasa a través de la membrana se reduce creando una corriente que el medidor convierte en una medición de la concentración de oxígeno.

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